Carl Gustav Jung, El libro rojo / ¿Estáis buscando el camino? Os advierto de mi camino. Os puede resultar un camino erróneo. Que cada cual ande su camino ...


Creedme:
No es una doctrina ni una instrucción la que os doy. ¿Cómo osaría yo pensar que os he de instruir? Os doy noticia del camino de este hombre, de su camino, mas no de vuestro camino. Mi camino no es vuestro camino, así que yo no os puedo enseñar. / El camino está en nosotros, mas no en los dioses, ni en las doctrinas, ni en las leyes. En nosotros está el camino, la verdad y la vida. 
¡Ay de aquellos que viven conforme a ejemplos! La vida no está con ellos. Si vivís conforme a un ejemplo, entonces vivís la vida del ejemplo, mas ¿quién ha de vivir vuestra vida, sino vosotros mismos? Por tanto, vivios a vosotros mismos. 
Los indicadores de camino se han caído, senderos indefinidos yacen frente a nosotros, No estéis ávidos de tragar los frutos de campos ajenos. ¿No sabéis que vosotros mismos sois el campo fecundo que lleva todo lo que os sirve? 
¿Mas quién lo sabe hoy?¿Quién conoce el camino a los campos eternamente fecundos del alma? Buscáis el camino a través de lo externo, leéis libros y escucháis opiniones: ¿de qué ha de servir eso? 
Sólo hay un camino, y ése es vuestro camino. 
¿Estáis buscando el camino? Os advierto de mi camino. Os puede resultar un camino erróneo. 
Que cada cual ande su camino. 
No quiero ser para vosotros un redentor, ni un legislador, ni un educador. Pues ya no sois más niños. 
El legislar, el querer mejorar, el simplificar, se han convertido en error y mal. Cada cual busque su camino. El camino lleva al amor mutuo en la comunidad. Los hombres verán y sentirán la similitud y lo común de sus caminos. 
Las leyes y doctrinas comunes compelen al hombre a ser solitario, para que pueda escapara la presión de la comunidad no deseada, mas el ser solitario vuelve al hombre hostil y venenoso. 
Por lo tanto, dad al hombre la dignidad y dejadlo ser individual, para que encuentre su comunidad y la ame. 
La violencia está en contra de la violencia, el menosprecio en contra del menosprecio, el amor en contra del amor. Dad a la humanidad la dignidad y confiad en que la vida encontrará el mejor camino. 
Un único ojo de la divinidad es ciego, un único oído de la divinidad es sordo, su orden está atravesado por el caos. Por lo tanto, sed pacientes con la invalidez del mundo y no sobreestiméis su belleza perfecta.

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